Existe un juego que hace parte de la tradición Santandereana:
El bolo criollo, un deporte que va acompañado de buena música y compañía.
Se originó en el municipio de Macaravita en la provincia de García Rovira, alcanzó s a situarse como uno de los pasatiempos predilectos entre los primitivos pioneros de la Cordillera Central de Los Andes Colombianos (Gelvez, R.,2017).
Es un juego muy sencillo de ejecutar, y solo se necesitan tres pines y una bola pesada. Básicamente consististe en derribar los tres palos ubicados uno detrás de otro a cierta distancia del punto de tiro (25 metros aproximadamente) con una bola de aluminio, generalmente está llena de arena con lo que pueden variar su peso. Se puede practicar por equipos, parejas o de manera individual. La cantidad de puntos necesarios para ganar se decide entre los jugadores.
Según se ha sabido y es la historia que normalmente se cuenta, es que la tradición de los bolos criollos surgió en los campos y veredas como una manera para entretenerse sus pobladores, especialmente los arrieros, quienes siempre llevaban consigo una bola de madera y a las orilla del camino buscaban los palos necesarios para el juego.
Los habitantes de las zonas aledañas Ilustración 8. Persona jugando Bolos criollos. FUENTE: Ruth Johana Gelvez. Sitio web Radio Nacional de Colombia RTVC jugaban partidos largos apostando la quedada de la noche, el guarapo y hasta sus propios animales. Retomando la idea del juego como una manifestación cultural, eso son los bolos criollos un deporte que hace parte de la tradición y cultura de los Santandereanos y Norte Santandereanos, una actividad que nos identifica y nos llena de orgullo; y que a pesar de la falta de práctica por las nuevas generaciones que prefieren lo tecnológico, no se ha llegado a perder la tradición, por tal motivo la escuela debe ser participe como medio para su preservación y difusión en otras zonas del país, para que llegue así a ser conocido y practicado en todo el territorio nacional.
Cada zona en donde se practica el juego de los bolos criollos tiene su modalidad o adaptación de las reglas, puntuación y demás elementos necesarios para su ejecución, en lo que sí coinciden todos es que solo habrá un único ganador, en este juego no habrá empate. Los puntos necesarios para ganar generalmente son 15 o también la puntuación que se consiga con un máximo de tres tiros.
En cada uno de los 87 municipios de Santander, es común la práctica del bolo criollo, logrando congregar a familias y comunidades alrededor del sano esparcimiento. Es tal su arraigo en este departamento del oriente colombiano, que mediante Ordenanza 036 de 2010, fue declarado patrimonio cultural de los Santandereanos (Pesca, A. 2017). Teniendo como día conmemorativo el primer domingo del mes de junio de cada año, en el cual se debe realizar un evento deportivo y cultural dentro del cual según las disposiciones de dicha ordenanza pueden participar personas de todas las regiones. Andrea Delgado Mogollón en su artículo para el periódico el 15 nos cuenta: “hace 20 años las bolas eran hechas en madera o piedras que encontraban en los ríos, las piedras más redondas las tallaban para poder jugar. Pero esto se ha ido modificando, el material de las bolas es aluminio, las cuales tienen un orificio por donde se llenan de arena o de diferentes materiales y se calibran, esto con el fin de obtener una variedad de medidas”. Además también expresa lo que le comenta Jesús María Durán, encargado de la parte del bolo del establecimiento ‘La Petaca’ “hay bolas que pesan desde una libra hasta cinco o seis y así mismo varía el tamaño, todo dependiendo de la fuerza que tenga la persona en su mano”.(Mogollón, A. 2018) A grandes rasgos el juego de los bolos criollos consiste en derribar tres palos puestos uno detrás del otro, con una bola actualmente de aluminio con un peso de una libra o más, dependiendo la fuerza del tirador; desde una distancia de los 20 a 25 metros aproximadamente, según la cancha donde se esté jugando.
La idea central es lanzar hacia un punto específico, motivo por el cual lo comparan con el tejo y el bowling (bolo americano), pero en esencia lo que lo hace especial son los demás elementos que intervienen en el su práctica; así por ejemplo existe el “Garitero”, quien es la persona ubicada detrás de los pines y quien supervisa la caída de los mismos para dar las respectivas puntuaciones y devolver la bola al tirador.
La cancha debe ser de tierra, y existen dos maneras de lanzar la bola. De acuerdo a la forma como se haga el tiro es la validez y cuenta de los puntos, así por ejemplo si se lanza la bola por el piso solo contará, los palos que tumbe de adelante hacia atrás, es decir si la bola pega a la pared del garitero y rebota hacia los palos tumbando alguno, este no tendrá validez; pero sí en cambio lanza la bola por el aire se contará en la puntuación cualquier palo que derribe directamente en la caída
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